KÖLSCH
La ciudad de Colonia no solo
tiene más cervecerías que cualquier otra ciudad del mundo,
también tiene una ley que protege su derecho de fabricar este
estilo de pale ale. La Kölsch se produce en Colonia y sus alrededores
desde el año 1300, además tiene un estatuto (con fecha
1396) que determina ciertos parámetros sobre el estilo y limita
la utilización del nombre en otras partes del mundo.
La Kölsch se caracteriza
por tener un color más claro que las Pilsner y rondan los 5%
alc. de leve sabor maltoso y paladar delicado. De final seco debido
a su alta atenuación y la presencia de lúpulo. El perfil
límpido del estilo es logrado mediante una maduración
en frío que puede durar entre 2 y 6 semanas.
La fermentación dura 8
días seguido de una maduración en frío de 4 semanas.
Reissdorf Kölsch fue diseñada para ser de color pálido,
de paladar delicado, levemente frutada con un final seco agradable.
Es una cerveza “de reunión” que se sirve en los típicos
vasos de 200 cm3.
Otra tradición que mantiene
esta cerveza es su forma de servirse. Se colocan pequeños barriles
de madera en las barras de los pubs a una altura tal que permita que
la fuerza de gravedad llene los “Stangen” (vasos de 200
cm3) de los impacientes clientes.
El suave carácter de esta
cerveza alemana conjuga perfectamente con cualquier carne blanca, aportándole
un aroma y un sabor que harán de un plato diario algo especial.
Los meseros, llamados “Koebes”
que tradicionalmente se visten con chaquetas azules y delantales de
cuero, cargan tandas de 12 vasos que llevan en una bandeja especial
que posee una manija en el centro llamada “Kranz” (corona)
que les permite encajar los vasos. Generalmente no se les da propina
a los Koebes pero se acostumbra pagarles una cerveza que ellos generalmente
beben de un trago.