Esto de empezas el Bus&Beer con una "comida de valientes" daba un poco de miedo, la gente decía que era mucho "pal" cuerpo desde las dos de la tarde bebiendo cervezas. Pero era un riesgo que se podia asumir, alegando que con solo cervezas se llegaba bien, el tiempo me dió la razón, pero si te metes unos chupitos de hierbas entre pecho y espalda despues de la comida como que mal asunto, creo que voy un poco deprisa. Empiezo por el principio.
Como decía, la "comida de valientes" secundada por ocho "valientes" empezó con media hora de retraso, es igual, hasta la hora de comienzo del Bus&Beer teníamos tiempo de sobra. El menú preparado de antemano, empezó con unas cazuelas de mejillones, en plan belga con cerveza belga claro, sin chorradas.
A las Hommel Bier y las Tripel Karmeliet se unieron las Gouden Carolus Classic, Satan Red y La Divine, como decía sin chorradas, el ambiente era como se esperaba de jolgorio, de segundo... surtidos de salchichas y es que estos de la Internacional son así, Gracias Robert. Y con salchichas, cerveza alemana, de las Franziskaner Dulkel y Belli Bock se unió la Spaten.
Para terminar una comida de este tipo solo se podía acabar con algún postre especial como la ocasión lo merecía. Me hablaron del Sabayon a la Chimay Azul y se lo propuse a Robert, había una cocinera que lo sabía hacer. Los tenía a todos intrigados con el postre y la expectación era enorme. Cuando nos sacaron el Sabayon y lo probamos, que momento, está pero que muy bueno. El Sabayon, es una bola de helado con unas nueces y la crema que se echa por encima está echa de Chimay Azul y creo que café, seguro que tiene algo más pero no se.
No te vas a meter entre pecho y espalda un postre así a seco. Que pedimos? ¡¡ Chimay Azul !!, alguno se la pidió roja pero bueno, valía tambien. Vaya comida, ahora viene por donde había empezado, la animación iba en aumento, después de los cafés, es cuando aparece la camarera con las hierbas ¡ ojo!, eso de revolver a mi no me va.
La hora se echaba encima, había que ir hacia el Kairos Bruselas que era el punto de encuentro para el VI Bus&Beer. Para despejar la cabeza nos fuimos andando. No me he reido tanto en mi vida. Al final, creo, que la idea del disfraz de alemanes era buena idea. Por el camino ibamos creando una expectación de vernos a "casi" todos disfrazados.
Llegamos puntualmente a la cita. Las chicas llegaban a la vez, con sus disfraces de alemanas con falda, estaban especialmente guapas, de verdad. Al entrar todos a la cervecería ya fué el no va más.
La puntualidad de todos fué la nota principal, no se retraso nadie, como tiene que ser, ni el chofer. A las seis en punto estaba el bus en la puerta, y vuelta a la Internacional. Ahora era diferente, ibamos los treinta integrantes del bus, cerveza y más cerveza. Al marchar, tuvieron el detalle de regalarnos 4 jarras de cerveza de cerámica, Gracias Román. A todos les gustaba, no era para menos.
Ahora tocaba el Animals y la parada con el consabido bokata para reponer fuerzas, mejor dicho para algo sólido al estómago, que asi es como se aguantan estas cosas del beber. Nos fuimos acomodando en las mesas preparadas al efecto y mientras tanto cabilaba como sortear las jarras, dicho y echo, para cuando se sentaron todos ya estaba el pan vendido. Antes de marchar se entregaron los premios, cada mantel un número y una boca inocente me había dicho al llegar cuatro números. Diego y Felix se quedaron con las ganas, pero el momento llegó cuando sabía que le tocaba a Javi ( hermano de Diego) y lo dejé para el final, no veais que cara se le quedó cuando dije el nombre del hermano, ya estaba detrás intentando convencerle con toda clase de ofrecimientos para canjearla. Las otras fueron para Iñaki, Raquel y Maite, que suerte.
Con el estómago lleno, nos montamos en el bus y nos dirijimos a Cizur, concretamente al Winchester, buena gente. El trayecto era un poco largo, pero con la animación que hay siempre en el bus como que no se nota. Siempre somos bien recibidos ahí, echamos un par de cervezas y llegando la hora de marchar nos sorprenden con unos regalos de la casa Paulaner, gracias Eneko. La gente encantada.
Ya en el bus, llegaba para todos, a unos vasos, a otros jarras, camisetas y gorros de la Oktoberfest. El siguiente y último era el Irish Pub de Esquiroz. Ivan ya nos esperaba, aquí con las cervezas, unas raciones de chorizos a la sidra, patatas bravas y bokaticas. Como siempre muy bien. Ya de vuelta a Pamplona termina esta historia siendo felices y bebiendo cervezas, ¡ah no! comiendo perdices. Sigue con el VII Bus& Beer que ya está en mente, mia y de muchos.